25 jun 2019

Tiempo de soñar








Mar, todo era de mar,

ciénaga azul que envolvía el futuro.

¡Qué corta la distancia entre dos remos!

¡Qué largo el camino de la bruma!



A ratos la mirada,

gaviota sin mensaje,

frenaba el vuelo.

Flor de agua y sal

que no abría en suspiros.



De un destello en tus ojos

nació el sol de la noche.

¡Qué tarde para volar en su luz!



El mar ya no existía,

murió de niebla,

y solo sentí su húmedo latido.



El viento puso puerta en las nubes,

la luna disparaba,

blanco a un sueño de olas.

13 abr 2019

ARCOÍRIS







Bajo una higuera en brumas

tu voz arrepentida me abrió la palabra.

Un silencio de brisa roja

movió a punto real

un amor vagabundo en la quimera.



El otoño de viento exiguo

dejó en el aire

un manantial de lumbre.

Ardió el poema

y no guardé el rescoldo.



La incertidumbre desdoblaba esquinas,

encogían los ojos en el diario.

El reloj, ya sin ti, repitió ritmo,

amasar tiempo

sin agriarse la indiferencia.



Y volviste disuelto entre colores,

temí la levedad del arcoíris,

que solo sabe de segundos.


Cesó la lluvia y supe

que solo fuiste

frío calor de aquel verano.

TIEMPO DE AGENDAS


Yazgo varada sobre esta orilla tan desierto,

mis labios se desgarran sin la brisa

que anuncia pleamar.

Medir las horas era un goteo de sílice,

en esa oscura cárcel sin barrotes.



Solo un silencio por la ciénaga,

esqueletos pulverizados,

vacío de palabras

que ayer lucían cuerpo.



Soplo con furia al sol para apagarlo,

las nubes no me ayudan.

Huyo del remolino que despieza

e intento descifrar cualquier sonido,

atrasar este día

que sin camino de tus pasos queda.



Invoco la benevolencia de los dioses,

no muestran ni un susurro.

Se anticipa el cadáver

de ese tiempo fugaz


que marcó en rojo nuestra agenda.

6 abr 2019



    Río Duero a su paso por Soria





CAMINO DUERO


                                      A Antonio Machado
A la orilla de este río

nunca la soledad se sintió sola.

Este río que me lleva de la mano.

Álamos y chopos de la ribera,

resortes de premura entre los pies.



Otra vez allí tú,

silueta muda entre mis párpados.

Tú, inocente a este reguero de símbolos

que ahora son temblor.



Tus ojos son mis ojos,

libélulas de rápido zigzag,

crecen por abarcar tanto recuerdo.

Poema junco, árbol, agua…



Vuelvo la vista atrás,

cuántas veces haré el camino

con la certeza de no ir sola,

como un gorrión,

dentro de mí,

                           vuelas.





EMOCIÓN FELINA



Despacio, en silencio, rodearte,

y ser como una gata.

A un solo impulso

mi cuerpo piel en tu regazo.

Si la mirada no dibuja puerta,

agacho y ronroneo.



Los ojos me rescatan infalibles,

saben llegar a ti.

Me alzo, la pata es llamador.

Niega tu cara

y el cielo vuelve a ser baldosa.



Ser gata entre tus dedos esta noche,

tecléame ese son tan cotidiano. .

Cuelo mi garra, una y otra vez,

blancos de cine

y un mapa negro que me aturde.



Tus iris parlotean con los míos,

sueltas ternura,

como un imán,

seguir así eternamente.



Oigo la música en tu boca,

y mi maullido hace el compás.

La mano es como un beso,

lenta aplana mi dorso,

ondulo y redondeo.



Me inquieta no saber

qué sueño aloja tu sonrisa.

Y me araña la duda:

cuándo contigo ser quien soy.

9 ene 2018

BROTA UN SUEÑO DE PAZ






No cargues los ojos con destellos metálicos,

vacía de munición el arma más dañina:

la palabra que abrocha los odios.

Misil que va y vuelve, búmeran de piedra

que te estrecha los pasos

y dobla las distancias.



Desnúdala de esos harapos de caverna

que aún abrigan tu gris hasta arrugarlo,

del calor falso que seca las lagunas

hasta dejar sin verde el descanso de la orilla.



Un torrente de fanatismo se dispersa,

asola los cultivos donde crece.

Hay un antídoto contra toda esta maleza,

sembrar las ideas y labrarlas de una en una.

Poner el respeto como abono ineludible

y beber de la lluvia que trae el viento rojo.



Truécalas con tus vecinos de arboleda,

abriendo la voz al encuentro líquido,

al disfrute de un tiempo al que llamemos PAZ

en esta Tierra con sed de semillas.

7 oct 2017

DROGAS


“Sé que me cuesta concentrarme y que se me olvidan las cosas… Fuman casi todos mis amigos. No lo voy a dejar…” 
(Niña de 15 años)


La tarde se desgasta en sus jóvenes osamentas.
Con voces verduleras cultivan rebeldías,
gritando reveses como si fueran derechos,
escritos de un Talión adolescente;
negrura por los surcos que les tuercen cada hoy.

Se encandilan con la hierba que araña la memoria,
rebosan de alcohol hasta la médula.
En la cabeza un avispero de cigarras,
el estómago un calcetín deshecho.

Y tú sales de ti
por ser la princesa de lo irreal.
Buscas un reino de colores cortos,
se te cae a pedazos el trono del futuro,
tu imagen una foto en blanco y negro.

Más vale pronto…
Si lo intentas podrías deslizarte
por el brocal que limpia la oscura madriguera
y dejar paso al aire más limpio de la noche.
Por el rincón sediento de los libros,
que te ofrece un suelo apalabrado de mañanas.

Allí fuera aún agrandan la esquina
un  bancal de manos abiertas,
los besos libres de ojales,
la risa que se peina sin aderezo.
Abre la cerradura que te enjaula,
rompe los labios con un claro NO.