13 abr 2019

ARCOÍRIS







Bajo una higuera en brumas

tu voz arrepentida me abrió la palabra.

Un silencio de brisa roja

movió a punto real

un amor vagabundo en la quimera.



El otoño de viento exiguo

dejó en el aire

un manantial de lumbre.

Ardió el poema

y no guardé el rescoldo.



La incertidumbre desdoblaba esquinas,

encogían los ojos en el diario.

El reloj, ya sin ti, repitió ritmo,

amasar tiempo

sin agriarse la indiferencia.



Y volviste disuelto entre colores,

temí la levedad del arcoíris,

que solo sabe de segundos.


Cesó la lluvia y supe

que solo fuiste

frío calor de aquel verano.

TIEMPO DE AGENDAS


Yazgo varada sobre esta orilla tan desierto,

mis labios se desgarran sin la brisa

que anuncia pleamar.

Medir las horas era un goteo de sílice,

en esa oscura cárcel sin barrotes.



Solo un silencio por la ciénaga,

esqueletos pulverizados,

vacío de palabras

que ayer lucían cuerpo.



Soplo con furia al sol para apagarlo,

las nubes no me ayudan.

Huyo del remolino que despieza

e intento descifrar cualquier sonido,

atrasar este día

que sin camino de tus pasos queda.



Invoco la benevolencia de los dioses,

no muestran ni un susurro.

Se anticipa el cadáver

de ese tiempo fugaz


que marcó en rojo nuestra agenda.

6 abr 2019



    Río Duero a su paso por Soria





CAMINO DUERO


                                      A Antonio Machado
A la orilla de este río

nunca la soledad se sintió sola.

Este río que me lleva de la mano.

Álamos y chopos de la ribera,

resortes de premura entre los pies.



Otra vez allí tú,

silueta muda entre mis párpados.

Tú, inocente a este reguero de símbolos

que ahora son temblor.



Tus ojos son mis ojos,

libélulas de rápido zigzag,

crecen por abarcar tanto recuerdo.

Poema junco, árbol, agua…



Vuelvo la vista atrás,

cuántas veces haré el camino

con la certeza de no ir sola,

como un gorrión,

dentro de mí,

                           vuelas.





EMOCIÓN FELINA



Despacio, en silencio, rodearte,

y ser como una gata.

A un solo impulso

mi cuerpo piel en tu regazo.

Si la mirada no dibuja puerta,

agacho y ronroneo.



Los ojos me rescatan infalibles,

saben llegar a ti.

Me alzo, la pata es llamador.

Niega tu cara

y el cielo vuelve a ser baldosa.



Ser gata entre tus dedos esta noche,

tecléame ese son tan cotidiano. .

Cuelo mi garra, una y otra vez,

blancos de cine

y un mapa negro que me aturde.



Tus iris parlotean con los míos,

sueltas ternura,

como un imán,

seguir así eternamente.



Oigo la música en tu boca,

y mi maullido hace el compás.

La mano es como un beso,

lenta aplana mi dorso,

ondulo y redondeo.



Me inquieta no saber

qué sueño aloja tu sonrisa.

Y me araña la duda:

cuándo contigo ser quien soy.