25 jun 2019

Tiempo de soñar








Mar, todo era de mar,

ciénaga azul que envolvía el futuro.

¡Qué corta la distancia entre dos remos!

¡Qué largo el camino de la bruma!



A ratos la mirada,

gaviota sin mensaje,

frenaba el vuelo.

Flor de agua y sal

que no abría en suspiros.



De un destello en tus ojos

nació el sol de la noche.

¡Qué tarde para volar en su luz!



El mar ya no existía,

murió de niebla,

y solo sentí su húmedo latido.



El viento puso puerta en las nubes,

la luna disparaba,

blanco a un sueño de olas.