“…detrás de la cotidianeidad de los objetos
se aloja mi vida y vuestra vida…” Enrique
Gracia Trinidad
Hoy se encogen las sístoles,
el corazón no ensancha.
Si despliegas los párpados,
te destrozan los ojos.Hay que aprender a no mirar
y concentrarse en ver.
Portal de mi mesilla,
“Ver para vivir” entra.
Lo que es de casa,
lo que justifica las calles,
objetos de alma ingenua.
Aquel bolígrafo, este cojín,
las zapatillas
y el poema olvidado…
a recordarnos lo de fuera:
el parque más querido,
las arenas que viajan,
el árbol que crece al amor…
No tengo que doblarme,
si quiero ver
mi propio cuadro.
mi propio cuadro.
A Enrique con gratitud por sus enseñanzas y este libro
que agranda los ojos.
Buen poema, Ana. Enhorabuena.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias, Ana. Me gusta mucho tu poema. Besos
ResponderEliminarGracias, Ana. Me alegra que te guste el poema. Un beso.
ResponderEliminarMaestro, muchas gracias. El poema es más tuyo que mío. Un beso.
ResponderEliminarEs la belleza de lo cotidiano..
ResponderEliminarBesos