La medida entre mis pies y los tuyos
fue una raya de lápiz.
Borraba cada vez un
tramo
tú lo escribías paso atrás.
Enderecé tu proyecto de curva,
buscaba algún lugar donde unir puntos.
Aquella tarde marqué la mitad,
el camino se abrió...
y qué lejos los labios.
No sé tachar tus miedos,
dejan señales en mi pluma,
me giran el poema.
Y desando los versos.
Cuando busques la recta de acercarme,
se habrá borrado el trazo.
¿A qué distancia seré lejanía?